Como lo he planteado anteriormente, este ha sido un proceso muy extraño, compuesto por vaivenes; triunfos y obstáculos. 

E8, en especial al trabajar de la mano de la industria, me ha dado una perspectiva diferente frente al resto de mis labores académicas. E8 me ha mostrado una realidad donde el tiempo y los recursos son incluso más contados que en el mundo académico.

La realidad de la relación con KAP ha sido muestra de ello, un constante balance entre mis prioridades académicas y sus prioridades de negocio; un constante balance entre mis entregas de otras clases y la continuidad comercial de su operación. Una constante lucha buscando que nuestras agendas alinearán fácilmente; una lucha que con esfuerzo, en gran medida superamos. 

Trabajar con KAP me ha dado otra perspectiva. Diseño tiende a ser un programa idealista, donde la realidad oscura del mundo afuera del campus tiende a ser coloreada por un rayo de esperanza y perfección que es simplemente agendo a la realidad. El proyecto me muestra justamente eso, que más allá de mis deseos como diseñador, tengo limitaciones - tal cual como el ingeniero debe satisfacer estándares; mis diseños deben ser aplicables en un contexto económico real. 

Para mí resultaría hermoso invitar a KAP a trabajar 1:1 durante secciones largas de cocreación con los colaboradores de las organizaciones participantes; sin embargo, lamentablemente no hace sentido económico. 

Recuerdo mucha discusión con Sandra sobre el proceder del proyecto, y en especial sobre el proceder de mi obsesión con las fases de socialización. Sandra las aplaude, aunque les teme. Con justa razón. La industria de consultoría tiene como uno de sus pilares el cobro por horas. Incrementar las horas incrementa el costo; reduciendo el mercado potencial e invitando al cliente a simplemente obviar el servicio por completo. 

Sandra me comenta como los clientes no llegan a ser conscientes de la demanda por tiempo que se requiere en la industria, y como imponer procedimientos extra, únicamente dificultaría su proceder. 

Como diseñador tuve que adaptarme y buscar soluciones que me permitirán capturar el valor que busco - principalmente el análisis y la valoración de los factores humanos, pero desde una perspectiva técnica que fuera semejante a los procedimientos hoy en día, pilares de la industria. 

Claramente, la respuesta jamás sería la tabulación en Excel de las emociones o aspectos humanos, teniendo como entrada un formulario de selección múltiple.  Aquí es donde rescato mucho el valor del análisis de referentes a inicios del proceso, incluso antes de definir el alcance tangible del proyecto, esta oportunidad me dio una perspectiva amplia sobre cómo inspirarme para buscar información humanamente valiosa, pero lo suficiente específica como para poder ser usada dentro de la industria de forma eficiente. 

Por otro lado, encuentro en el desarrollo de E8 un excelente ejercicio de mis capacidades como diseñador sin apellido. Si bien inicialmente se planteó un proyecto de diseño estratégico puro y duro, este fue lentamente mutando para acomodar más disciplinas del diseño; por ejemplo, la creación de interfaces lindas, amigables e intuitivas. Por otro lado, resaltó mi capacidad para aprovechar mis conocimientos propios en ingeniería; pues estos me permitieron generar una solución técnica con especificaciones funcionales que permitirán el fácil prototipo y aplicación de las herramientas y el método diseñado. 

En esta misma línea, trascender Figma y tener que programar una solución que funcione me invita a reflexionar como diseñador sobre este proceso. Me invita a ser realista con las expectativas y a considerar como factor de diseño las estructuras de información, programación y otros elementos técnicos usualmente dejados de lado en la práctica pura y dura del diseño. 

Por otro lado, agradezco profundamente la oportunidad otorgada por Hernando Barragán al aprobar un pendiente especial y así darme un respiro y tiempo extra para culminar este proyecto. Las cargas adicionales, en términos de coordinación con la consultora y la programación del prototipo funcional de alta resolución - en conjugación con grandes proyectos académicos durante el semestre regular - impusieron en mí cargas difíciles de acomodar. 

En este orden de ideas, me llevo el sinsabor de no haber podido probar la solución de la mano con KAP en clientes reales. El timming de diciembre y enero no fue el mejor y llegamos a una solución tangible sin clientes activos; sin embargo, espero que más allá de la sustentación de este proyecto se pueda realizar la validación con clientes correspondiente. 

No siendo más agradezco a las personas que hicieron esto posible. A Juan Atuesta mi director, me encuentro profundamente agradecido por tu guía y tu paciencia; la volatilidad de este proyecto - derivada de mi constante deseo por traer aspectos externos al diseño como la programación- siempre fueron elemento que nos demoró y distrajo un poco de la aplicación pura del diseño estratégico; sin embargo, considero estos recovecos en el camino muy valiosos de cada a mi formación profesional.

A Carlitos, muchas gracias por tu genuino interés y apoyo en el proyecto. El sinfín de horas reunidos en explicación, debate e ideación me permitieron comprender la realidad de KAP y la industria con una perspectiva genuina y amable. Tu actitud siempre ha sido de admirar y respetar. Gracias Carlos de corazón. 

Finalmente, extiendo un agradecimiento a Sandra por hacer todo esto posible, por ver potencial en mí y dedicarme tiempo de su apretada agenda y equipo. Sandra, gracias por siempre ser crítica y buscar el mejor producto posible, gracias por no permitirme quedarme en mi mundo idealizado y sobre todo por aterrizarme en la realidad del mundo comercial. Gracias por confiar en mí y darme un chance. 

Con esto cierro las palabras de reflexión y este proyecto en su documentación. 

Adiós.